El sentido del tacto es aquel que permite a los organismos percibir cualidades de los objetos y medios como la presión, temperatura, aspereza o suavidad, dureza, etc.
El sentido del tacto se encuentra principalmente en la piel. Órgano en el que se encuentran diferentes clases de receptores nerviosos que se encargan de transformar los diferentes tipos de estímulos del exterior en información susceptible para ser interpretada por el cerebro.
La piel se divide en tres capas: epidermis, que es la capa superficial, la dermis y la hipodermis que es la capa más profunda.
Por lo que es el más importante de los cinco sentidos permitiéndonos percibir los riesgos para nuestra salud tanto internos como externos.
Los distintos mecanorreceptores se distinguen por el tamaño de su campo receptivo, la persistencia de su respuesta y el margen de frecuencias al que responden
Los corpúsculos de Meissner (Corpúsculos del tacto) son un tipo de terminaciones nerviosas en la piel que son responsables de la sensibilidad para el tacto suave. Son receptores rápidamente activos.
Se encuentran entre la epidermis y la dermis, parecen especializarse en las partes no pilosas del cuerpo (las plantas de los pies, las puntas de los dedos, el clítoris, el pene, los pezones, las palmas y la lengua). Las zonas erógenas y otros puntos hipersensibles responden muy rápidamente o ligeramente en todo.
Las terminaciones nerviosas de Merkel son mecanorreceptores que se encuentran en la piel y mucosa de los vertebrados que proporcionan información al cerebro.
Dicha información tiene que ver con la presión y la textura. Cada terminación consta de una célula de Merkel en oposición cercana con una terminación nerviosa. En ocasiones recibe el nombre de discos de Merkel.
Una única fibra de un nervio aferente se ramifica para inervar hasta 90 terminaciones parecidas. Se clasifican como mecanorreceptores de adaptación lenta de tipo I.
Son receptores de rápida adaptación que responden únicamente al inicio y final de la desviación mecánica, y a las vibraciones de alta frecuencia.
Los corpúsculos de Pacini se encuentran por ejemplo, en el tejido conectivo subcutáneo y en la dermis reticular y son especialmente numerosos en la mano y el pie.
Identifican la deformación continua de la piel y tejidos profundos (se encuentran en la dermis profunda). Son especialmente sensibles a estas variaciones y están situados en la superficie de la piel en la cara dorsal de las manos. Tienen una porción central dilatada con la terminación nerviosa.
Son un tipo de mecanorreceptor de pequeño tamaño y poco abundantes (junto a los de Pacini suman unos 35.000 extendidos por todo el cuerpo). Se encuentran incluidos en el tejido conjuntivo, además cumple como función de termoreceptor al percibir el calor.
Los Corpúsculos de Ruffini se hallan a cierta profundidad bajo la superficie de la piel y registran la presión constante; son sensores de temperatura.
No puede sorprender que la lengua sea más sensible al calor que muchas otras áreas del cuerpo.
A diferencia de otras informaciones táctiles, las de temperatura le dan cuenta al cerebro de cambios tanto altos como bajos, con frecuentes actualizaciones. El cuerpo responde inmediatamente a los cambios de temperatura, y sentimos el frío con un espectro corporal más amplio que el que tenemos para sentir el calor.
Muchas más mujeres que hombres dicen tener las manos y los pies fríos, lo que no debería sorprender a nadie. Cuando el cuerpo se enfría, protege antes que nada los órganos vitales(por eso es tan fácil que se congelen las extremidades); en los humanos, protege los órganos reproductores. Cuando los labios se nos ponen azules o el frío nos insensibiliza los dedos de los pies, es porque los vasos sanguíneos se comprimen y el cuerpo sacrifica las extremidades para mandar más sangre a la esencial sección interna.
- La epidermis está constituida por tejido epitelial y en su estrato basal o germinativo encontramos la denominada melanina, que es el pigmento que da color a la piel.
- La dermis por tejido conjuntivo. En esta capa encontramos los anejos cutáneos que son las glándulas sebáceas, las glándulas sudoríparas, el pelo y las uñas.
- La hipodermis formada por tejido conjuntivo adiposo.
Por lo que es el más importante de los cinco sentidos permitiéndonos percibir los riesgos para nuestra salud tanto internos como externos.
La parte que gobierna el tacto en el cerebro es el lóbulo parietal.
El tacto pertenece al sistema sensorial cuya influencia es difícil de aislar o eliminar. Un ser humano puede vivir a pesar de ser ciego, sordo y carecer de los sentidos del gusto y el olfato, pero le es imposible sobrevivir sin las funciones que desempeña la piel. El tacto afecta a todo el organismo, así como a la cultura en medio de la cual éste vive y a los individuos con los que se pone en contacto.
En muchos aspectos, el tacto es difícil de investigar. Todos los demás sentidos tienen un órgano clave que puede ser estudiado; para el tacto, ese órgano es la piel, y se extiende por todo el cuerpo.
La piel
La piel se encuentra en estado de renovación debido a la actividad
celular de sus capas profundas, varía de textura, flexibilidad, color,
olor, temperatura, sabor y otros aspectos. Lleva consigo su propia
memoria de experiencia, define nuestra individualidad.
La punta de los dedos y la lengua son más sensibles que otros puntos
del cuerpo. Las partes más pilosas son generalmente las más sensibles a
la presión, también es más delgada la piel donde hay cabello o vello. El
sentido del tacto no está en la capa externa de la piel, sino en la
segunda, en la dermis.
Receptores de la piel
Los receptores sensoriales de la piel detectan los cambios que se producen en el entorno; a través del tacto, la presión y la temperatura. Cada tipo de receptor está inervado por un tipo específico de fibra nerviosa.Los distintos mecanorreceptores se distinguen por el tamaño de su campo receptivo, la persistencia de su respuesta y el margen de frecuencias al que responden
Receptores | ||
---|---|---|
Mecanorreceptores de la piel | Exteroceptores | Corpusculos de Meissner |
Corpúsculos de Pacini | ||
Receptores de Merkel | ||
Corpúsculos de Krause | ||
Corpúsculos de Ruffini | ||
Receptores de los folículos pilosos | ||
Quimiorreceptores | Exteroceptores | Nocioceptores(receptores del dolor) |
Interoceptores | ||
Termoreceptores | Exteroceptores | Receptores de calor y el frío |
Corpúsculo de Meissner
Se encuentran entre la epidermis y la dermis, parecen especializarse en las partes no pilosas del cuerpo (las plantas de los pies, las puntas de los dedos, el clítoris, el pene, los pezones, las palmas y la lengua). Las zonas erógenas y otros puntos hipersensibles responden muy rápidamente o ligeramente en todo.
Terminación nerviosa de Merkel
Dicha información tiene que ver con la presión y la textura. Cada terminación consta de una célula de Merkel en oposición cercana con una terminación nerviosa. En ocasiones recibe el nombre de discos de Merkel.
Una única fibra de un nervio aferente se ramifica para inervar hasta 90 terminaciones parecidas. Se clasifican como mecanorreceptores de adaptación lenta de tipo I.
Corpúsculos de Pacini
Los corpúsculos de Pacini son uno de los cinco tipos de mecanorreceptores que existen: en concreto, son receptores sensoriales de la piel que responden a las vibraciones rápidas y la presión mecánica profunda.Son receptores de rápida adaptación que responden únicamente al inicio y final de la desviación mecánica, y a las vibraciones de alta frecuencia.
Los corpúsculos de Pacini se encuentran por ejemplo, en el tejido conectivo subcutáneo y en la dermis reticular y son especialmente numerosos en la mano y el pie.
Los Corpúsculos de Pacini
responden muy deprisa a cambios en la presión y tienden a reunirse
cerca de las articulaciones, en algunos tejidos profundos, así como en
las glándulas genitales y mamarias.
Son sensores gruesos, en forma de cebolla, y le dicen al cerebro qué es lo que los presiona y también qué movimientos hacen las articulaciones o de qué modo están cambiando de posición los órganos cuando nos movemos. No se necesita mucha presión para hacerlos responder y enviar mensajes al cerebro; son sensibles a las sensaciones de vibración o variación, especialmente las de alta frecuencia.
En ciertas condiciones de estimulación, solo es necesario que se de un desplazamiento de 0.001 mm sobre la superficie de la piel para sobrepasar el umbral de presión y percibirlo como presión, aunque los umbrales de presión no son iguales para todas las regiones de la piel.
Así, la región más sensible a la presión es el rostro, le siguen en su orden, el tronco, los dedos y los brazos; las regiones inferiores son las menos sensibles. En general, las mujeres tienen umbrales más bajos de sensibilidad a la presión, en otras palabras son más sensibles a la presión que los hombres. Además se encuentran en el periostio, las membranas interóseas, el mesenterio, el páncreas y los órganos sexuales. Envían información acerca del movimiento de las articulaciones
Son sensores gruesos, en forma de cebolla, y le dicen al cerebro qué es lo que los presiona y también qué movimientos hacen las articulaciones o de qué modo están cambiando de posición los órganos cuando nos movemos. No se necesita mucha presión para hacerlos responder y enviar mensajes al cerebro; son sensibles a las sensaciones de vibración o variación, especialmente las de alta frecuencia.
En ciertas condiciones de estimulación, solo es necesario que se de un desplazamiento de 0.001 mm sobre la superficie de la piel para sobrepasar el umbral de presión y percibirlo como presión, aunque los umbrales de presión no son iguales para todas las regiones de la piel.
Así, la región más sensible a la presión es el rostro, le siguen en su orden, el tronco, los dedos y los brazos; las regiones inferiores son las menos sensibles. En general, las mujeres tienen umbrales más bajos de sensibilidad a la presión, en otras palabras son más sensibles a la presión que los hombres. Además se encuentran en el periostio, las membranas interóseas, el mesenterio, el páncreas y los órganos sexuales. Envían información acerca del movimiento de las articulaciones
Corpúsculos de Ruffini
Identifican la deformación continua de la piel y tejidos profundos (se encuentran en la dermis profunda). Son especialmente sensibles a estas variaciones y están situados en la superficie de la piel en la cara dorsal de las manos. Tienen una porción central dilatada con la terminación nerviosa.
Son un tipo de mecanorreceptor de pequeño tamaño y poco abundantes (junto a los de Pacini suman unos 35.000 extendidos por todo el cuerpo). Se encuentran incluidos en el tejido conjuntivo, además cumple como función de termoreceptor al percibir el calor.
Los Corpúsculos de Ruffini se hallan a cierta profundidad bajo la superficie de la piel y registran la presión constante; son sensores de temperatura.
No puede sorprender que la lengua sea más sensible al calor que muchas otras áreas del cuerpo.
A diferencia de otras informaciones táctiles, las de temperatura le dan cuenta al cerebro de cambios tanto altos como bajos, con frecuentes actualizaciones. El cuerpo responde inmediatamente a los cambios de temperatura, y sentimos el frío con un espectro corporal más amplio que el que tenemos para sentir el calor.
Muchas más mujeres que hombres dicen tener las manos y los pies fríos, lo que no debería sorprender a nadie. Cuando el cuerpo se enfría, protege antes que nada los órganos vitales(por eso es tan fácil que se congelen las extremidades); en los humanos, protege los órganos reproductores. Cuando los labios se nos ponen azules o el frío nos insensibiliza los dedos de los pies, es porque los vasos sanguíneos se comprimen y el cuerpo sacrifica las extremidades para mandar más sangre a la esencial sección interna.
El dolor
Existen receptores especializados en la sensación de dolor.
Esta sensación es muy útil para la supervivencia del individuo pues actúa como un mecanismo de alarma que detecta situaciones anormales posiblemente nocivas.
La finalidad del dolor es prevenir al cuerpo de un posible daño. El dolor, algunos dicen que es una respuesta de receptores específicos a peligros específicos, mientras otros piensan que se trata de algo mucho más ambiguo, una estimulación sensorial extrema de cualquier tipo, porque en el delicado ecosistema de nuestro cuerpo, un exceso de cualquier cosa podría perturbar el equilibrio. Cuando sentimos dolor, suele doler el sitio localizado, pero responde el cuerpo entero.
Esta sensación es muy útil para la supervivencia del individuo pues actúa como un mecanismo de alarma que detecta situaciones anormales posiblemente nocivas.
La finalidad del dolor es prevenir al cuerpo de un posible daño. El dolor, algunos dicen que es una respuesta de receptores específicos a peligros específicos, mientras otros piensan que se trata de algo mucho más ambiguo, una estimulación sensorial extrema de cualquier tipo, porque en el delicado ecosistema de nuestro cuerpo, un exceso de cualquier cosa podría perturbar el equilibrio. Cuando sentimos dolor, suele doler el sitio localizado, pero responde el cuerpo entero.
Trastornos del tacto
- Hiperestesia: se define como una sensación exagerada de los estímulos táctiles, como la sensación de cosquilleo o embotamiento. Es un trastorno de la percepción que consiste en una distorsión sensorial por un aumento de la intensidad de las sensaciones, en el que los estímulos, incluso los de baja intensidad, se perciben de forma anormalmente intensa.
- Hiperafia: Aumento de la capacidad para percibir estímulos táctiles.
- Hipoestesia: se define como una disminución de la sensibilidad de los estímulos táctiles. Es un trastorno de la percepción que consiste en una distorsión sensorial por una disminución de la intensidad de las sensaciones, en el que los estímulos, incluso los de alta intensidad, se perciben muy mitigados.
- Hipoafia: Disminución de la capacidad para percibir estímulos táctiles.
- Anestesia: es la ausencia completa de todas las formas de sensibilidad en la zona afectada.
- Anafia: Falta de capacidad para percibir los estímulos táctiles.
- Alodinia: es la percepción anormal del dolor, nacido de un estímulo mecánico o térmico que de manera normal es indoloro.
- Hiperalgesia: Aumento de la sensibilidad al dolor. Estímulos normalmente dolorosos son aún más dolorosos.
- Hipoalgesia: Disminución de la sensibilidad dolorosa. Estímulos normalmente dolorosos son percibidos como livianos o poco dolorosos.
- Analgesia: es la ausencia completa de todas las formas de dolor en la zona afectada. Estímulos normalmente dolorosos o muy dolorosos no son percibidos.
- Agrafoestesia: La “grafoestesia” es el reconocimiento táctil de números y letras escritos sobre la piel, y la “agrafoestesia”, la incapacidad de hacerlo.
- Astereognosia: La "estereognosia" es la identificación de objetos por el tacto, y la "astereognosia", la incapacidad de hacerlo.