Mientras los alimentos o los productos de su digestión permanecen en la luz del tubo digestivo, puede decirse que aún no han sido verdaderamente incorporados, pues no están accesibles a todas las células del cuerpo.
La verdadera incorporación se produce cuando los productos de la digestión llegan al medio interno. Para ello, deben atravesar las paredes del tubo digestivo, que es una superficie de intercambio entre el medio externo (la luz del tubo digestivo) y el medio interno.
Se denomina absorción al pasaje de los nutrientes (u otras sustancias) desde la luz del tubo digestivo al medio interno.
Las sustancias absorbidas se incorporan generalmente a la circulación sanguínea o, en algunos casos, a los vasos linfáticos.
En la absorción influyen diversos factores; un factor fundamental es el tamaño de las partículas y el otro la superficie de intercambio entre los dos lugares entre los que tienen lugar el trasiego de sustancias.
Así en la absorción de nutrientes en el intestino es un proceso facilitado por la enorme superficie de absorción disponible:
El Incremento de la superficie se consigue en tres niveles:
- El primer nivel se consigue a base de los pliegues intestinales que presenta la capa mucosa .
- El segundo se consigue a base de las vellosidades intestinales que a modo de pequeños pelos recubre la superficie de toda la capa mucosa, incrementando notablemente la superficie de intercambio.
- El último nivel se consigue a base de las microvellosidades intestinales presentes en la membrana de las células que tapizan cada una de las vellosidades intestinales, consiguiéndose de nuevo un incremento enorme la superficie de intercambio.
1 comentario:
Muy clara y didáctica la explicación. Gracias por compartir
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